Cómo comprar una casa sin ahorros: todas las opciones
Comprar una vivienda es uno de los sueños más comunes, pero la falta de ahorros suficientes puede parecer un obstáculo insuperable. Para saber cómo comprar una casa sin ahorros existen múltiples alternativas que pueden ayudarte a alcanzar este objetivo sin disponer de grandes cantidades de dinero inicial.
Desde hipotecas más flexibles hasta opciones como el alquiler con opción a compra, las posibilidades se adaptan a diferentes necesidades y situaciones financieras. En este artículo, exploramos todas las opciones disponibles para que puedas convertirte en propietario incluso si no cuentas con un gran colchón financiero. ¡Descubre cuál es la mejor para ti!
Cómo comprar una casa sin ahorros: alternativas para hacer realidad tu sueño
En los últimos años, adquirir una vivienda en España se ha convertido en un desafío mayor. Con los bancos financiando, en promedio, solo el 80% del valor de tasación o precio de compra, los compradores deben tener ahorros suficientes para cubrir el 20% restante, más los gastos asociados (impuestos y otros costes).
Esta situación obliga a los interesados a disponer de un colchón financiero que puede llegar al 30% del precio total del inmueble. Por ejemplo, para una casa valorada en 500.000 euros, el ahorro necesario sería de aproximadamente 150.000 euros.
Dado que el salario medio en España ronda los 25.000 euros anuales, reunir tal cantidad puede llevar años. Sin embargo, el número de transacciones inmobiliarias está en máximos históricos. ¿Cómo es posible? Existen alternativas creativas y flexibles para adquirir una vivienda sin contar con grandes ahorros previos. Aquí exploramos las principales opciones disponibles.
Comprar una vivienda sobre plano
Adquirir una casa sobre plano significa comprarla antes de su construcción o finalización. Este modelo permite a los compradores realizar pagos parciales a lo largo del proceso de construcción, lo que facilita alcanzar el 20% no financiado por los bancos y acumular el dinero necesario para cubrir impuestos, como el IVA del 10% en viviendas nuevas.
Por ejemplo, al comprar una vivienda nueva de 500.000 euros, deberías contar con 50.000 euros para el IVA y 100.000 euros para el porcentaje no financiado. Esta modalidad permite planificar y ahorrar progresivamente mientras se construye la casa. Para mayor tranquilidad, los expertos recomiendan buscar una hipoteca entre dos y tres meses antes de la entrega de las llaves.
Alquiler con opción a compra
El alquiler con opción a compra es una fórmula cada vez más popular. Consiste en alquilar una vivienda durante un período determinado con la posibilidad de comprarla al finalizar el contrato. Las cantidades pagadas en concepto de alquiler pueden descontarse del precio total previamente pactado con el propietario.
Por ejemplo, si quieres alquilar una vivienda por 1.500 euros al mes durante tres años (36 meses), habrás abonado 54.000 euros, que podrían descontarse del precio de venta. Esto ofrece ventajas para ambas partes:
Para el inquilino: permite conocer la vivienda y la zona antes de adquirirla y limitar el compromiso al contrato de alquiler si las circunstancias cambian.
Para el propietario: recibe ingresos constantes mientras busca un comprador definitivo y aumenta la probabilidad de venta en mercados menos dinámicos.
Hipotecas que superan el 80% de financiación
Aunque la mayoría de los bancos financian hasta el 80%, algunas entidades están dispuestas a conceder préstamos por el 90% e incluso el 95% del valor de tasación para determinados perfiles, como jóvenes con ingresos estables pero sin ahorros significativos.
Por ejemplo, entidades como Santander e Ibercaja ofrecen este tipo de hipotecas. Sin embargo, las hipotecas que financian el 100% son excepcionales y suelen implicar intereses más altos y la contratación de productos adicionales, como seguros de protección de pagos. Este tipo de préstamos puede ser una solución para algunos, pero también aumenta el riesgo de sobreendeudamiento.
Préstamos o donaciones familiares
Otra opción habitual es recibir ayuda económica de familiares o amigos, ya sea en forma de donación o préstamo. Según los notarios, las donaciones en metálico para la compra de vivienda están en niveles récord en España.
Si la familia no dispone de ahorros suficientes, pueden optar por solicitar un préstamo personal para complementar la cantidad necesaria. Por ejemplo, un padre podría pedir un préstamo personal de 30.000 euros para cubrir los gastos iniciales de su hijo, quien luego pagará las cuotas. Esta alternativa, aunque viable, implica un mayor nivel de endeudamiento y riesgos asociados.
Aplazamiento del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP)
En el caso de la compra de viviendas usadas, el ITP varía entre el 4% y el 10%, dependiendo de la comunidad autónoma. En regiones como Madrid, es posible solicitar el aplazamiento de este impuesto si se cumplen ciertos requisitos, como que la vivienda adquirida sea para uso habitual y tenga menos de 120 m² de superficie útil. Este aplazamiento puede ayudar a reducir la carga inicial del comprador.
Comprar una vivienda de un banco
Otra estrategia consiste en adquirir inmuebles que pertenecen a entidades bancarias. Desde la crisis de 2008, los bancos acumulan un importante inventario de propiedades, muchas de las cuales se ofrecen a precios más bajos que los del mercado.
Por ejemplo, es posible encontrar viviendas bancarias desde 80.000 euros en plataformas como Idealista. Además, los bancos suelen ofrecer hipotecas con condiciones ventajosas para deshacerse de estas propiedades, financiando incluso más del 80% de su precio.
Avalistas o garantías adicionales
Una solución para obtener financiación sin ahorros consiste en aportar garantías adicionales, como otra propiedad. Si posees un inmueble sin hipoteca o con un saldo pendiente bajo, el banco podría hipotecar ambas propiedades, permitiendo financiar un porcentaje superior del precio total.
Otra opción es contar con un avalista, normalmente un familiar directo, que se comprometa a responder con su patrimonio si el comprador no puede hacer frente a la deuda. Sin embargo, esta alternativa puede comprometer la estabilidad financiera del avalista, especialmente si está cerca de la jubilación o depende de una pensión.
Pedir un préstamo personal adicional
Solicitar un préstamo personal junto con la hipoteca es una solución para cubrir el importe no financiado. Por ejemplo, podrías solicitar una hipoteca por el 80% del valor de una casa de 500.000 euros (400.000 euros) y un préstamo personal de 50.000 euros para los gastos iniciales.
Es importante realizar un análisis financiero detallado para garantizar la capacidad de pago de ambas deudas, ya que los bancos podrían denegar la hipoteca si detectan un endeudamiento excesivo.
Conclusión sobre cómo comprar una casa sin ahorros
La compra de una vivienda sin ahorros requiere creatividad, planificación y análisis financiero. Las alternativas varían desde alquilar con opción a compra hasta buscar hipotecas más flexibles, pedir ayuda familiar o adquirir propiedades bancarias.
La clave está en evaluar cada opción según tu situación económica y necesidades. Con un buen asesoramiento y una estrategia adecuada, convertirte en propietario es posible incluso sin grandes ahorros iniciales.